Ex del Atlético y la Real Sociedad, Luis García (Ciudad de México, 41 años), 9 de la Tricolor de 1990 a 2000, analiza el choque y compara el camino del cuadro de Javier Aguirre con los Mundiales en que participó.
Pregunta. ¿En qué se parecen y diferencian su México y el actual?
Respuesta. Ahora tienen una buena combinación de gente con experiencia y jóvenes. Nosotros lo que es creación no teníamos. Éramos un equipo de mucha más experiencia, de mayor personalidad. Pero aquí veo una irreverencia, una inconsciencia bien entendida, con cinco o seis futbolistas de 21 o 22 años que no se han tomado tan en serio la Copa del Mundo y están brillando.
P. Aguirre cree que les faltaba creérselo.
R. Creo más en el sustento diario que en eso de las ganas, la demencia y el sacrificio. Pero es cierto que en Estados Unidos 1994 pasamos primeros de grupo tras un buen partido con Italia y ganar a Irlanda con dos goles míos, pero Bulgaria nos eliminó por penaltis en los octavos. Teníamos a Campos, que paró el primero a Balakov y luego ya no pudo hacer nada. Jorge no era un portero, ¡era un libero! Revolucionó en muchos aspectos la portería de México y otros lugares, aunque sus uniformes eran asquerosos de feos (risas).
P. La historia, más o menos, se repitió cuatro años después en Francia.
R. El equipo batió su récord de goles (ocho) y de nuevo en los octavos ganábamos a falta de 14 minutos a Alemania por 1-0. Entonces, el técnico, Manuel Lapuente, cambió a un mediapunta, Palencia, que casi le hacía un marcaje personal a Matthäus. Fue salir él y el alemán adelantarse 25 metros. Ya no tenía a nadie que le obstaculizara. Nos metió a pelotazos en la portería. Klinsmann empató y Bierhoff acabó rematándonos dentro del área chica.
P. ¿Por qué razón México no rinde mejor?
R. Si trabajas de cierta forma, tarde o temprano sacas resultados. Nuestra Liga está cada vez peor, esa es la realidad, aunque la gran ventaja es que tenemos a muchos jugadores en importantes equipos de Europa, donde juegan poco salvo excepciones como las de Salcido, Rodríguez, Guardado y Márquez. Por lo demás, el promedio de edad actual roza los 24 o 25 años y en mi época era de 28. Curiosamente, ahora mismo, en el campeonato local, hay un desfase. Tenemos dos generaciones muertas. México ganó el Mundial sub 17, pero no hay jugadores entre los 25 y 28 años. Hay una paradoja importante. No se ha trabajado también ese tramo de futbolistas y, de pronto, te encuentras que se rompió la historia al ganar por primera vez en la vida a un grande como Francia.
P. Uruguay será otra historia.
R. Sudáfrica era inexperta, mucho más pasional que racional, y Francia un cabaret, una tristeza, porque estuvo lastimosa pese a contar con unos futbolistas soberbios. El equipo de Tabárez será el más complicado. Uruguay tiene la mezcla. Juega y te pelea. No solo empuja. Escupe y patea. Aparte, juega. Hay que ganarles si queremos evitar el cruce con Argentina para así romper la racha de que no pasamos de los octavos en los Mundiales con 32 equipos. Si te enfrentas a Argentina, tienes más oportunidades de perder que de ganar. Hay que librarse de ella... Sería una alegría en este Mundial tan mezquino y rácano, aunque enfrente estará Forlán... Es el futbolista total. Un delantero que no es dependiente; que tiene tiro libre, movimiento; que asiste, que cubre bien, con un buen juego aéreo... Es un nueve poderoso, lo que le falta a México. No tenemos un delantero de esas magnitudes.
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