A los enemigos del fútbol :

Hay un tipo de antifutbolero, muy extendido, que hace de su militancia contra el fútbol el argumento máximo para defender su SUPUESTA inteligencia.

lunes, 22 de febrero de 2010

El ferrocarril, el carnaval y otros colores


Ah, los colores. La gente suele tomarse muy en serio los colores. Como si el dios del fútbol (y no hablo del pinche gordo adicto que adoran los argentinos) hubiera bajado con un montón de camisetas el día de la creación, para entregarlas solemnemente a los jugadores. En realidad, casi todos los colores del fútbol salen de la necesidad o la casualidad. Muy pocos equipos visten los colores elegidos el primer día.

Consideremos, por ejemplo, el rojo que caracteriza a dos de los clubes más gloriosos de Inglaterra, el Liverpool y el manchester united. La realidad es que ni unos ni otros querían jugar de rojo. El Liverpool nació en 1892 de azul y blanco, como su rival ciudadano, el Everton. Dos años después, para distinguirse del Everton, cambió a la camiseta roja con pantalón blanco. En 1964, el entrenador Bill Shankly convenció a sus futbolistas de que vistieran completamente de rojo. "Parece que miden dos metros", les dijo. Y le creyeron.

El Manchester United empezó llamándose Newton Heath Lancashire & Yorkshire Railway, como la empresa ferroviaria para la que trabajaban sus jugadores, y, por lógica, asumió los colores de la compañía, el verde y el amarillo. Luego, durante un par de temporadas, usaron el azul. En 1893, la compañía de ferrocarril puso en venta el campo en el que jugaba el equipo y los futbolistas, cabreados, decidieron romper los vínculos ferroviarios y usar un color que no tuviera nada que ver. El rojo les pareció bonito.

Lo del Juventus fue más pintoresco. En su acto fundacional eligieron vestir camiseta rosa, pajarita y pantalón negro. Como el rosa descoloraba enseguida y quedaba blanquecino, pidieron a un fabricante inglés unas camisetas rojas como las del Nottingham Forest. El fabricante, no se sabe por qué motivo, les envió las camisetas blanquinegras del Notts County. Cuando las recibieron, las aceptaron: como buenos turineses, pensaron que el tejido era bueno y que ya habían gastado bastante.

La mayoría de los equipos empezaron de blanco, porque bastaba la ropa interior. Así empezó el Real Madrid, en calzoncillos. E hizo valer su condición de decano del fútbol madrileño para no tener que añadir colores adicionales al equipamiento. El River Plate no era decano, y, como muchos otros, tenía que fijar una banda de color en diagonal sobre la camiseta blanca. Un año aprovechó la tela roja sobrante de una comparsa de carnaval, llamada Los habitantes del infierno, y ya no cambió.

Boca Juniors tuvo que cambiar a la fuerza: después de probar con los colores blanco, celeste y azul, se quedó con las franjas blanquiazules. Pero los de San Lorenzo vestían casi igual. Se jugaron los colores a un partido, y los de Boca perdieron. ¿Solución? Adoptar los colores de la bandera del barco que entrara en el puerto de Buenos Aires, a una determinada hora. El barco resultó sueco. Y los colores, por tanto, azul y amarillo.


sábado, 20 de febrero de 2010


Los errores del arquitecto se tapan con columnas; los del cocinero, con salsas; los del médico, con tierra, y los del arquero, con insultos.

lunes, 15 de febrero de 2010

Psycho is a PUNK!


Y ahora, algo completamente diferente: un futbolista culto. “Cuando tenía catorce años, vivía con mis padres en Kingsbury, al noroeste de Londres. Tras salir de clase, solía largarme directo a mi cuarto para poner mis discos favoritos. En las paredes tenía posters de todos los grupos que me gustaban: los Clash, los Stranglers, Stiff Little Fingers, Bowie. También tenía un set list de los Lurkers y un enorme poster del Holidays in the Sun de los Pistols. No tenía ni idea de lo que iba a hacer con mi vida (de hecho aun no lo se) y sólo me importaba la música.

Por aquella época, yo no quería saber nada de canciones lentas ni de baladas. Tan sólo buscaba algo rápido y duro para corear y saltar en la cama, con mi bate de béisbol, como un idiota. Complete Control de los Clash era la canción más cruda que conocía; tenía todo lo que necesitaba. Todavía recuerdo a mi antigua novia pidiéndome que apagara aquel ruido. Solía poner White Riot en el vestuario antes de salir a jugar durante mis años en el Forest. Yo era el capitán así que, al fin y al cabo podía hacerlo y Brian Clough tenía que hacer la vista gorda.”

Este delicioso flashback, directo al 77, lleva la firma del gran Stuart Pearce: leyenda del Nottingham Forest y eterno rascatobillos de la selección inglesa. Resulta que Psycho, además de uno de los entrenadores más prometedores del fútbol inglés (el último que ha conseguido que el Manchester City haga algo parecido al fútbol decente) es un reconocido punk rocker e hincha acérrimo de los Lurkers y de los Stranglers. Y para colmo tiene por costumbre ocupar su tiempo libre leyendo algo más que algún bote de champú perdido. Lo dicho, algo completamente diferente.




jueves, 11 de febrero de 2010

El Enzo

Antes de su llegada, ya había un uruguayo que se había ganado a la hinchada de River Plate. Su nombre era Walter Gómez y la gente de River solía cantar en admiración al jugador oriental: "La gente ya no come por ver a Walter Gómez".

Enzo Francescoli Uriarte, El Príncipe para el mundo del fútbol, se inició en el Wanderers de Montevideo. Fue el único club donde Enzo -confeso hincha de Peñarol- jugó en su tierra natal. Desde 1980 -año en que debutó- hasta 1983, Francescoli marcó 20 goles en 74 partidos en Wanderers, y fueron suficientes para que la dirigencia de River pose sus ojos sobre él y se lo lleve a Nuñez.

Antes de hablar de su exitoso paso por la Banda Roja, quiero sincerarme: no vi a Francescoli en su etapa ochentera en River. No vi el golazo a Polonia en vivo y en directo. Por obra y gracia de los videos, este servidor puede juzgar la primera etapa del Príncipe en River.

Sus comienzos fueron algo tibios, River no andaba en sus mejores épocas y la pelea por el título parecía algo lejano. Luego de adaptarse por completo al futbol argentino , en la temporada 85/86, el Enzo mostró su futbol total.

No era algo fácil ganarse un lugar entre los 11, pero un jugador de la calidad del uruguayo no podía estar afuera . Y así fue: clavó 25 goles -el que mencione caprichosamente los goles que hizo el Enzo es por el hecho de que el Principe no se caracterizó nunca por ser un goleador de raza-, fue una de las figuras de la mencionada temporada y se llevó el título a Francia bajo el brazo -la Copa, como no pudo terminar de jugarla, se la mandaron por correo -.


El Enzo fue uno de los estandartes de ese River, y ello le valió ser convocado por la Selección de su país para jugar el Mundial de México '86. En dicho certamen fueron eliminados, en Octavos, por la Argentina de Maradona, siendo vencidos por 1 a 0 .

Francescoli ya contaba con experiencia en la selección uruguaya: fue parte del plantel que obtuvo la Copa América '83.

Un año después del Mundial, jugó nuevamente la Copa América y otra vez volvió a alzar el máximo trofeo de nuestro continente.




Misma que volvería a ganar en 1995

Para ese entonces, Francescoli ya estaba jugando en Francia: en la tierra de Miterrand jugó en el Racing Matra y en el Olympique de Marsella -donde dejo un grato recuerdo y además ganó una Liga-.


En Italia su fútbol no fue tan explosivo como lo había sido en Argentina y en Francia. El Príncipe jugó en el Torino y en el Cagliari, donde, en total, jugó 122 partidos y convirtió 20 goles. Su vuelta a River se acercaba.

Y una tarde volvió: en un partido por la Supercopa contra Nacional, el Enzo volvía a jugar en River después de casi diez años.

La segunda etapa del Flaco en Nuñez fue tan exitosa -o más- como la primera: en un partido contra Rosario Central -en 1996- llegó a los 100 goles.

En un partido por la Copa Libertadores de 1997, River se enfrentaba a Racing en el Monumental. En ese partido -que posteriormente River perdió en los penales y quedó eliminado-, Francescoli hizo un gol de antología. Por el sector izquierdo avanza con la pelota y casi adentro del área, con Nacho Gonzalez adelantado- pica de manera exquisita la pelota por arriba del arquero racinguista y marca un tremendo gol .

Después, hay muchísimos más goles increíbles, uno, por ejemplo, de tiro libre a Deportivo Español desde un lugar imposible, o la tarde de los 2 goles a Chilavert en el Clausura '97 que le valió a River alzarse con el (bi)campeonato.


Alice Cooper? no...el enzo

Quizás, su momento de gloria lo vivió cuando obtuvo la Copa Libertadores, tomándose de revancha del '86 donde no había podido festejar con sus compañeros. Francescoli fue el ultimo gran ídolo de River, su paso por Nuñez fue inolvidable, complementado además por la Supercopa de 1997. Y quiero recalcar que no solo hay que reconocer sus talento y condición futbolística, también su valor humano: de los pocos futbolistas respetados por todas las hinchadas.

El Enzo jamás tribuneó, jamás dijo alguna estupidez que lo haga mear fuera del tarro. Nunca recibió puteadas de nadie. No, tampoco de la hincha de Boca. El Enzo no necesitaba mostrar su amor por River en los micrófonos cuando lo demostraba en la cancha. Esa es la verdadera humildad de los grandes.




jueves, 4 de febrero de 2010

la güera del tec

¿alguien se acuerda contra quién jugó Monterrey el sábado?


The Magic


Jorge “Mágico” González era un jugador técnicamente extraordinario. Manejaba la pelota mejor que Maradona. Una vez Superpaco le retó en el lanzamiento de una falta durante un entrenamiento. Le puso una barrera de siete y Mágico la colocó en la escuadra. Paco le dijo que había sido casualidad y que le regalaba su coche si era capaz de repetirlo. Mágico volvió a posar la pelota y entonces se la metió por su palo. Atacaba al balón muy arriba y no se le iba nunca. Ahora, defendiendo era un peligro. Yo no le quería en nuestro área porque era capaz de ponerse a regatear. La disciplina tampoco era lo suyo: "Podía pasar quince días sin venir a entrenar". Siendo segundo técnico, Joanet me mandó a su casa. Cuando llegué, su mayordomo le estaba enjabonando en la bañera... Pero en Cádiz le adoran, era un artista.

(DAVID VIDAL, entrenador español, recordando al célebre crack salvadoreño)

lunes, 1 de febrero de 2010

...at the end of a storm is a golden sky...



Estábamos sentados en el vestuario y podía oír claramente miles de aficionados cantando "You'll never walk alone" ¿Te imaginás lo que sentí? Estábamos 3-0 abajo en la final de la Champions y todo lo que podía oír eran 45.000 personas haciéndonos saber que todavía creían en nosotros. Sabíamos que habían tenido que soportar un viaje largo y hacer muchos sacrificios para estar allí. Fue en ese momento que empezamos a pensar demasiado en ganar.

(LUIS JAVIER GARCÍA, ex jugador del Liverpool F.C., recordando la increíble remontada en Estambul ante el Milan en la final de la Champions League 2005)