Es cierto que es poco tiempo, pero en los siguientes doce meses se pueden lograr muchas cosas. Por ejemplo:
Señores entrenadores, dueños de equipo y futbolistas, a ponerse las pilas.
Tic, tac, tic, tac, tic, tac...
Malraux definió nuestra época como “el extraño siglo de los deportes” y Huizinga al ser humano como homo ludens. Tomadas al pie de la letra, estas ideas sugieren que la civilización contemporánea es la historia del juego organizado y debe ser estudiada en las canchas y los vestidores.
En el contraataque no sólo participan los delanteros, sino que también los defensas y centrocampistas pueden participar intentando ir hacia delante en superioridad numérica y moviendo el balón de forma rápida e inteligente. La velocidad es un factor muy importante para este estilo de juego, tanto para quien lo utiliza como para quien quiere contrarrestarlo. Los equipos que juegan bien al contraataque suelen presionar de forma contundente para que los centrocampistas pierdan el balón.
Odio a Maradona con pasión. La mano de Dios fue una cosa rara. Estaba más enojado por el segundo por la manera en que me batió. A todo el resto de los jugadores los superó una sola vez, pero a mí me batió dos. Pequeño bastardo.