Esta Copa del Mundo nos debía días como el de hoy.
Afortunadamente Brasil tuvo una pulsión de muerte, un infarto futbolero que auto-aniquiló su forma mezquina de jugar. Dolían los ojos de ver a esta versión brasilera , quiero pensar que jugadores tan exquisitos sentían repulsión suicida de plantarse así en un terreno de juego , más aún portando la "verde-amarilla".
Vivir o morir , un estado futbolero decidido en una fracción de segundo. Suárez eligió lo primero a costa de cualquier fatídica consecuencia. Al final del día , el partido fue decidido hace 60 años cuando los antiguos héroes épicos uruguayos dieron forma a una camiseta que hicieron grande, que tarde o temprano tenía que volver a pesar en una Copa del Mundo. Hoy más que nunca aplicó la frase "a un equipo grande hay que matarlo , porque si lo perdonas te mata".
Vivir o morir , un estado futbolero decidido en una fracción de segundo. Suárez eligió lo primero a costa de cualquier fatídica consecuencia. Al final del día , el partido fue decidido hace 60 años cuando los antiguos héroes épicos uruguayos dieron forma a una camiseta que hicieron grande, que tarde o temprano tenía que volver a pesar en una Copa del Mundo. Hoy más que nunca aplicó la frase "a un equipo grande hay que matarlo , porque si lo perdonas te mata".
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