Por el "J.A."
La prueba de realismo que vimos es la que nos toca. Es irracional que alguien pudiera esperar cosas diferentes. Cada uno hizo lo que puede y sabe. Ahora bien, debemos aplaudir que los ingleses tuvieron que esforzarse un poco más de la mitad de lo que son capaces. Lamento decepcionar a muchos, pero otros tantos han sabido siempre que nuestro equipo depende más que otros de las eventualidades, de una genialidad o de un minuto azaroso. Lo que pasó en Wembley es lo normal. Un equipo mexicano combativo, bien lanzado tácticamente, con los hombres más preparados para la lucha; ese es nuestro mayor atributo: la combatividad táctica. Y mientras los ingleses nos vieron ambiciosos y con buena velocidad en la circulación, también imaginaron cuándo y cómo ponernos en paz: decidieron ante nuestra falta de calidad a la hora de anotar, darnos una prueba de contundencia.
Había que pasar el trance del primer cuarto de hora "empapando de esfuerzo la cancha", ante la jerarquía medio adormilada de los británicos. Y luego lo de siempre, rondamos la portería, nos diversificamos en situaciones de gol, nos regodeamos con un dominio territorial que el rival ha calculado, creemos que la siguiente opción de gol no se nos va a ir. Y cuando más seguros estamos, entonces nos ubican. Gol en pelota parada, la clásica falla. Y a remar contra corriente. México no se achicó, sólo que el de enfrente tiene gran talla.
Pensando en nuestro grupo mundialista, este juego le ha servido más a México que los últimos 3 años de amistosos de EU, cuando el espejo en el que nos miramos está empañado por los dólares. Es un desempeño mexicano dentro del presupuesto, ni para achicopalarnos ni para seguir creyendo que ya estamos entre los chipocludos. En Sudáfrica, o ganamos el primer juego o nos dirá la Chimoltrufia qué debemos hacer en Brasil 2014. Lo visto es lo esperado. No cabe "jugaron bien pero falta meterla". Cada quien fue ayer lo que es.
Había que pasar el trance del primer cuarto de hora "empapando de esfuerzo la cancha", ante la jerarquía medio adormilada de los británicos. Y luego lo de siempre, rondamos la portería, nos diversificamos en situaciones de gol, nos regodeamos con un dominio territorial que el rival ha calculado, creemos que la siguiente opción de gol no se nos va a ir. Y cuando más seguros estamos, entonces nos ubican. Gol en pelota parada, la clásica falla. Y a remar contra corriente. México no se achicó, sólo que el de enfrente tiene gran talla.
Pensando en nuestro grupo mundialista, este juego le ha servido más a México que los últimos 3 años de amistosos de EU, cuando el espejo en el que nos miramos está empañado por los dólares. Es un desempeño mexicano dentro del presupuesto, ni para achicopalarnos ni para seguir creyendo que ya estamos entre los chipocludos. En Sudáfrica, o ganamos el primer juego o nos dirá la Chimoltrufia qué debemos hacer en Brasil 2014. Lo visto es lo esperado. No cabe "jugaron bien pero falta meterla". Cada quien fue ayer lo que es.
Inglaterra 3 - 1 México
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