A los enemigos del fútbol :

Hay un tipo de antifutbolero, muy extendido, que hace de su militancia contra el fútbol el argumento máximo para defender su SUPUESTA inteligencia.

sábado, 26 de diciembre de 2009

DESEOS DE AÑO NUEVO

Por Márco Dávila



Si las profesías mayas son ciertas al Mundo le quedan algo así como dos años de vida. Dos años que equivalen a cuatro de nuestros torneíllos cortos, dos Champions League y un Mundial.

Es cierto que es poco tiempo, pero en los siguientes doce meses se pueden lograr muchas cosas. Por ejemplo:

Que durante los partidos del Mundial no falten los jefes que te dejan llegar tarde a la oficina. Que el Cruz Azul o el Atlas por fin ganen un campeonato. Que Real Madrid no gane la liga. Que el América siga valiéndole pito a Azcárraga. Que el Necaxa no regrese a la primera. Que León o Veracruz ya salgan del subsuelo. Que dejemos de escuchar las opiniones de Jorge Vergara. Que el siguiente torneo tenga más partidos como la final en el Tec. Que los programas desde Sudáfrica sean de futbol y no de comedia. Que el “Compayito”, el “Tachadito” y el “Perro” Bermúdez sean abducidos por un Ovni. Que Martinoli se mire en un espejo. Que Ochoa sea fichado en Europa. Que Giovanni despegue. Que México vuelva a enfrentar a Argentina en los octavos. Que España llegue a la final. Que Francia no pase la primera ronda. Que cada vez tengamos más jugadores como Suazo. Que cada vez tengamos menos como Kiquín Fonseca. Que las tribunas locales dejen de imitar a las barras argentinas. Que el Chelís llegue a una final con el Puebla. Que Hugo no hable. Lavolpe tampoco. Y que el Tri juegue en la vida real tan bien como en el FIFA 2010.

Señores entrenadores, dueños de equipo y futbolistas, a ponerse las pilas.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac...

jueves, 24 de diciembre de 2009


The royal shrovetide football staff wishes you a metal christmas and a headbaning new year.


domingo, 20 de diciembre de 2009

El arte y el fútbol


Malraux definió nuestra época como “el extraño siglo de los deportes” y Huizinga al ser humano como homo ludens. Tomadas al pie de la letra, estas ideas sugieren que la civilización contemporánea es la historia del juego organizado y debe ser estudiada en las canchas y los vestidores.


Es obvio que tan benévolas opiniones sobre la trascendencia del juego no son compartidas por la mayoría. Si algo caracteriza nuestra humana condición es la capacidad de estar en desacuerdo. Numerosos analistas han dedicado páginas de severidad marcial a criticar las pasiones excesivas, la manipulación de la conducta y el embrutecimiento generalizado que se dan cita en los estadios.

Para colmo, el más popular de los deportes se juega con los pies, lo cual se opone a la historia de la evolución. El hombre desciende de un homínido que comía frutas y era incapaz de servirse del pulgar oponible; en consecuencia, una actividad que cancela el uso de las manos semeja un retorno a la barbarie. ¿Cómo es posible que la especie que inventó el sistema decimal, de tanto contarse los dedos, se apasione con un juego donde sólo el portero tiene dispensa para usar las extremidades prohibidas?

En sus más simples fundamentos, el fútbol propone un regreso a las cavernas, donde las manos servían de muy poco. Por eso el poeta Antonio Deltoro ha escrito que sus batallas representan “la venganza del pie sobre la mano”. La fascinación elemental del “juego del hombre”, como lo bautizó el cronista Ángel Fernández, proviene de su tosca dificultad y su vínculo con un tiempo primigenio. ¿Qué significa este retroceso en el tiempo? Que el domingo podemos recuperar lo que aún tenemos de tribu encandilada por el fuego, del griego que confunde a los dioses con los mortales, del niño convencido de que los héroes duran 90 minutos.

Las definiciones de Malraux y Huizinga son certeras, pero requieren de una precisión histórica: durante años el hombre chutó balones con placer sin aceptar que esa actividad definía su vida. Los miles de ojos ávidos que atestiguaban un partido no pertenecían a la cultura.

Numerosos artistas repudiaron el fútbol como una droga social o prefirieron mantener en secreto su afición por los goles para evitar que sus pinceles, sus plumas o sus leotardos se mezclaran con las gestas resueltas a patadas. El balón dominado con pericia y las barridas enjundiosas parecían ajenas a las tareas de los estetas. Incluso las mitologías que acompañan a los equipos y a los ídolos -el fútbol como imaginativa forma de representación- se descartaban como saldos groseros, fundamentalistas, de un oficio que a fin de cuentas sólo servía para transpirar.

Resulta difícil concebir a Sartre, hombre de letras, comprometido con la razón 24 horas al día, preocupado por la suerte del Paris Saint Germain. Aunque los guardametas de la época usaban el suéter de cuello de tortuga de los existencialistas, el indagador del ser y la nada no fumaba su pipa en los estadios. En una de sus clásicas paradojas, Oscar Wilde comentó: “El fútbol es un deporte de lo más apropiado para niñas rudas; pero no apto para jóvenes delicados”. El intelecto debía alejarse del tosco universo de las bestias: “La única forma posible del ejercicio es hablar”.


Nicolas De Staël

Hasta mediados de siglo pasado, una fuerte presión social impidió que el fútbol rebasara los límites del barrio, el descampado, el canallesco arrabal. Sin embargo, a contrapelo de las modas, tuvo cultores privilegiados.

Albert Camus creció en una familia de pobreza extrema y decidió jugar de portero porque en esa posición se gastan menos los zapatos. Años después diría que todo lo que sabía de la ética era obra del fútbol, el territorio en el que se ignora por dónde saldrá el balón.

En la pintura, Max Beckmann llevó el expresionismo al área chica, Robert Delaunay inmortalizó un lance del “equipo de Cardiff”, Nicolas De Staël creó un paisaje perfectamente abstracto al que por soberano capricho tituló “Los futbolistas”, Pablo Picasso dibujó a tres fantasmones regordetes que flotan en pos de un sol hecho pelota y el mexicano Ángel Zárraga logró una sutil y perturbadora transexualidad con sus mujeres futbolistas.

Robert Delaunay

El cine ha ofrecido churros como “Escape a la Victoria”, donde Pelé comparte créditos con Max Von Sidow, Michael Caine y Sylvester Stallone melodramas para llorar entre palomita y palomita (“Pelota de trapo”), rocambolescos driblings de “Resortes” y episodios de alta temperatura intelectual como “El miedo del portero ante el penalti”, de Wim Wenders, basada en la novela de Peter Handke.



Los escritores se dedican, con variada intensidad, a rendir testimonio de lo que miran en el césped: Vinicius de Moraes retrató a Garrincha, Umberto Saba a un equipo sin gloria, Samuel Becket al hombre acorralado, ansioso de que el destino le brinde un “juego de vuelta”, Günter Grass a un arquero en un estadio nocturno, Pier Paolo Pasolini a los que corren en prosa y a los que corren en poesía y Luis Miguel Aguilar a un virtuoso con tan buen toque que se electrocuta.

El fútbol ha sido la más peculiar factoría de artistas: Joan Manuel Serrat aprendió a cantar en los campos del Barcelona, Chillida se dedicó a la escultura cuando una lesión lo alejó para siempre del Athletic de Bilbao y Jorge Valdano adquirió su buena prosa en las concentraciones del Real Madrid y la selección argentina.

Los tiempos han cambiado tanto que se intelectualiza el fútbol en exceso, se considera que cualquier entrenador con ingenio es un filósofo y se publican odas lamentables en nombre del amor a la camiseta. Lo decisivo, a fin de cuentas, es que el fútbol se percibe como cosa mental. Nadie puede jugarlo ni verlo sin imaginación. Se los digo yo, que una vez gané la Copa del Mundo, y no tuve necesidad de despertarme.

domingo, 13 de diciembre de 2009

malditos TRI SUBCAMPEONES



....el fútbol también da para esto; ando encabronado y frustrado , por lo pronto y para medio sanear mi frustración me alejaré de toda actividad futbolera por los próximos 10 o 15 días (incluido dejar de jugar FIFA) , a menos que pase algo relevante con el Atlante en el Mundial de Clubes* tampoco habrá entradas.


Aunque ya lo presentía , el fútbol siempre tiene un cierto halo de incertidumbre y azar en donde realmente parece no haber reglas escritas salvo el siguiente silogismo aplicable a cualquier torneo en cualquier país del mundo y bajo cualquier circunstancia.

Un campeón siempre es un buen equipo.

Para tener un buen equipo es fundamental tener:

Un buen portero , un buen central , un buen contención , un buen creativo/atacante "diferente" , un buen centro delantero. Los demás puestos puedes cubrirlos con las hermanas de tu madre.

Corona nunca fué el portero prometido , centrales nunca los hubo en todo el torneo , Brown y Domínguez son un asco , había dos excelentes "cincos" con Torrado y Riveros , ningún creativo y un buen "9". Monterrey salvo la portería cumplía a cabalidad los demás renglones, por eso nos terminó ensartando.






El recuento de los daños nos arrojó un resultado inesperado , Habemus 9 tricolor. Que se preocupen franceses , sudáfricanos y uruguayos porque al parecer Aldo de Nigris no viene solo.





viernes, 11 de diciembre de 2009

Hai sa mergem acasa





Los argentinos teníamos suerte con las mujeres porque los hombres allá son feos. Mi problema era el idioma, pero aprendí a decir ‘vamos para casa’ y me dio resultado.

(CRISTIAN "El Ogro" FABBIANI, jugador de Newell's Old Boys de Rosario, recordando su paso por el fútbol y la noche de Rumania)


martes, 8 de diciembre de 2009

Entre millones te verás


La Selección Mexicana de Futbol estaría valuada en 95 millones de euros y ocuparía el lugar 18 de las 32 escuadras clasificadas al Mundial 2010.

Un estudio del portal portugués Futebol Finance enlistó el valor de los 32 representativos de acuerdo al costo estimado de los derechos federativos de los 25 jugadores más seleccionados en cada equipo tanto en la Eliminatoria Mundialista como en los más recientes enfrentamientos amistosos.

La información, aclara el portal, la habrían obtenido de forma aproximada al consultar a agentes de FIFA, empresas de buscadores de talento, y entidades con experiencia en valuación de derechos económicos de futbolistas.

Con ello determinaron que el valor del Tri es de 95 millones de euros por encima de selecciones como Paraguay (90 millones de euros), Dinamarca (85 millones), Chile (85 millones) y Estados Unidos (55 millones).

Sin embargo, esta cotización está lejos de los punteros. La selección más cara sería España con un valor de 565 millones de euros, seguida de Brasil con 515 millones, Francia con 450 millones e Inglaterra con 440 millones en moneda europea.

México es el tercer equipo más caro del Grupo A, ya que además de estar abajo de Francia, también está detrás de Uruguay que se cotizaría en 145 millones de euros.

De acuerdo al reporte de Futebol Finance, el grupo más caro del Mundial es el G, donde Brasil, Portugal (340 millones), Costa de Marfil (180 millones) y Corea del Norte (15 millones) suman 1050 millones de euros. Los coreanos del norte y Nueva Zelanda son los menos valuados con sus 15 millones.

El grupo que le sigue es el H, donde está España con un valor total de 810 millones, al anexarse la cotización de Suiza (115 millones), Chile y Honduras (45 millones de euros).

Eso sí, México aparece como el más cotizado de los clasificados por Concacaf.

... para mi la verdad valen pero pura reata , si acaso valdrá algo el uniforme que traigan puesto.

lunes, 7 de diciembre de 2009

No es dificil... lo que pasa es que eres malo.



Hubo de todo , desde portadas de diarios optimistas hasta un José Ramón Fernández malviajandose y afirmando de que México era la selección más débil de las 4 que conforman el sector A.

En Francia recibieron la noticia con singular alegría , "el rival más difícil es Mexique y nunca nos ha ganado". En sondeos de las televisoras mexicanas por los Campos Eliseos aparecían barrenderos destilando entusiasmo y parisinas que parecían modelos de ELLE opinando de fútbol como si supieran, aunque todos coincidían de forma similar, la France no debe tener ningún problema.

En América del Sur les cayó de peso, el fútbol mexicano sin ser ninguna maravilla siempre se les indigesta a los equipos de Conmebol y particularmente a Uruguay , que ni en sus épocas doradas les resultábamos un rival a modo. "Grupo de la muerte con México y Francia" titularon diarios.

Los locales realmente no saben ni que onda con su vida, creo que en realidad ellos fueron los más afectados por la suerte* , trataran de hacer hasta lo imposible (ellos y Blatter) para no pasar a la historia como el único local que no logró pasar la primera ronda.

En mi no muy humilde opinión , me parece un grupo raro , bizarro. Un local débil , un México que no trae nada pero que en Mundiales se crece (antes de hacer corto circuito en la segunda ronda) , un Uruguay que trae mucho pero que como Selección se le complica hasta un equipo de lisiados y una Francia que puede pasar de lo ridículo (2002 y 2008) a lo sublime.



Y hablando de ridículos y sublimes...



12 años desde lo último realmente memorable . 12 años en los cuales nos hemos tenido que tragar un sin fin de frustraciones , eliminaciones tempranas, un último lugar en la liga , amargos partidos contra el América y todo al grado de necesitar con urgencia un pinche psicólogo , ya no bastan subcampeonatos ni temporadas regulares avasalladoras. Esta vez tenemos más a favor que las dos últimas finales y encima , por si cerrar en la Ciudad de México no fuese suficiente , tenemos al árbitro dispuesto a rematar un centro de Lozano. Háganle como quieran , pero yo quiero sacar mi playera del Cruz Azul el próximo fin de semana.





domingo, 6 de diciembre de 2009

miércoles, 2 de diciembre de 2009

EL SORTEO Y SIMILARES


Por Marco Dávila


El Sorteo del Mundial y una boda sacada de la revista Quién tienen mucho en común.

Los dos son actos tiesos y ceremoniosos que tardan demasiado en llegar a la parte más esperada: el número de las pelotitas en el sorteo y la hora de la salida en la boda. Por lo demás los dos podrían ser organizados por una wedding planner.

Después de todo ¿qué diferencia hay entre acomodar 100 invitados en 20 mesas ó 32 equipos en 8 grupos?

Aquí y allá tiene que haber:
1- un invitado de honor que acapare la atención
2- otro que le haga la competencia
3- alguno que pueda resultar una agradable sorpresa
4- y el pobrecito que nunca abre la boca

Lo que nunca va a pasar es que los Irigorren y los Martín del Campo compartan el pan y la mantequilla, o que los que somos Dávila, Pérez, García y López quedemos sentados uno al lado del otro.

Tampoco va a pasar que los benditos novios se queden sin sus cinco minutos de Paraíso; que no se vean guapos. Para que esto no suceda siempre tendrán a su lado a una dama de honor pinchona y un padrino gordo.

Ay querido México, ¿en serio creemos que la mesa que nos toque depende por entero de una mano sudorosa que no distingue entre una pelotita y otra?

El Sorteo es una pantomima y la disposición de los invitados ya está más o menos trazada. Además no nos hagamos tontos, en cualquier Mundial existen solamente dos grupos:

El primero es donde están los equipos a los cuales les da lo mismo a quién enfrentar: Brasil, España, Alemania, Italia, Argentina, Holanda, Inglaterra.

Y el segundo es donde estamos todos los demás. Por eso no sería raro que nos toque una llave tan filosa como una navaja.

Chin... ¿Qué hacemos? ¿Nos cagamos de miedo, le rezamos a la morenita, prendemos miles de veladoras para que la suerte no nos haga semejante ojetada? O llegamos a la fiesta relajados y nos divertimos sin importar con quién nos toque bailar.

No se tú, pero yo me voy por la última.
Jugando así capaz que un día nos sacamos el ramo.