Es uno de los íconos del fútbol ochentero. Primer jugador de raza negra en ser figura indiscutida de la selección holandesa, y el líder del Milan que inició sus 20 años de figuración ininterrumpida en la cúspide del fútbol europeo.
Ruud Gullit, de él se trata, debutó en 1978, como líbero, en el Haarlem, un club normalmente de mitad de tabla para abajo que incluso ese año descendió a la Segunda División.
La leyenda cuenta que previamente se había probado en el Ajax, pero que le dijeron que lo suyo no era el fútbol. Cosas que pasan en todos lados, y que muchas veces, como en este caso terminan pagándose muy caras con el “descartado” siendo figura en clásicos rivales.
En 1982, luego de clasificar, por única vez en la historia, al Haarlem para una competición continental, pasó a uno de los grandes de su país, el Feyenoord. En la temporada 1983/84 comenzó a reembolsarle con intereses al club de Rotterdam las 300.000 libras que se habían pagado por su pase, ganando la liga (después de 10 temporadas) y la Copa.
En el ´85 pasó a otro grande, el PSV Eindhoven. Para esa altura, ya era un permanente citado a la selección holandesa que pasaba sus peores años que incluyeron la no clasificación a los mundiales del ´82 y del ´86.
En el equipo de la Philips ganó las únicas dos ligas que disputó, 1985/86 y 1986/87, hecho que sin dudas configuró el empujón que hacía falta para llegar a un fútbol más importante. En ese 1987 Silvio Berlusconi comenzó a formar el que a mi entender fue el mejor equipo de la década. Con la dirección de un ignoto Arrigo Sacchi, y una estructura basada en los 3 holandeses (Gullit, Marco Van Basten y Frank Rikjaard) y unos cuantos italianos llenos de clase (Franco Baresi y Paolo Maldini a la cabeza), el rossonero consiguió el scudetto después de 9 años, ya que el anterior campeonato ganado había sido en la temporada 78/79, previo al totonero.
Pero además ese equipo representó una verdadera revolución en el Calcio. En el fútbol del catenaccio, el Milan de los holandeses era un verdadero espectáculo, aunque a fuerza de ser sinceros el Napoli del "que la chupen" Maradona también brindaba buen fútbol, pero dependía más de sus individualidades que del equipo.
En 1989 Ruud consiguió su tetra particular, al ganar por cuarto año consecutivo un título, esta vez la Copa de Campeones de Europa, goleando en la final 4-0 al Steaua Bucarest (que parece que no era tan equipito y metió 2 finales de la actual UCL en 4 años), con dos goles de Gullit y dos de Van Basten.
Fue la mejor época de Gullit, en 1988 fue figura excluyente de la Holanda campeona de Europa, (incluso para algunos aún por sobre Van Basten). En la final contra la Unión Soviética anotó el gol que abrió el camino del triunfo para el equipo dirigido por el gran Rinus Michels.
Con Michel Platini retirado y Karl Heinz Rummenige y Zico en baja, era lógico que se lo comenzara a mencionar como el máximo aspirante a conseguir el trono de Diego Maradona.
En el 89 tuvo una grave lesión en los ligamentos de la rodilla derecha que prácticamente le hizo perder toda la temporada. No obstante, llegó a Italia ´90 considerado como una de las grandes estrellas del Mundial.
Al igual que el resto de su equipo, la actuación fue decepcionante, 3 empates y una derrota fueron el saldo total de su carrera mundialista. Las lesiones empezaron a complicarlo cada vez más, y si bien fue parte importante de los scudettos de las temporadas 91/92 y 92/93, su rol había pasado de gran estrella a acompañante de lujo.
En el 93 pasó a la Sampdoria (subcampeón europeo un año antes) donde ganó la Copa de Italia. Volvió al Milan, pero sólo jugó 8 partidos, retornando a la Samp en noviembre del ´94. En el medio, había renunciado a jugar el Mundial de Estados Unidos.
Finalmente, en el 95 pasó al Chelsea, donde volvió a jugar como líbero algunos partidos, y donde fue técnico y jugador al mismo tiempo. En 1998 después de marcar 175 goles en 465 partidos (más 17 en 66 encuentros jugados con la selección holandesa) se retiró del fútbol profesional.
Ruud Gullit fue un verdadero crack. Un volante ofensivo con una juego inteligentísimo, con mucha potencia (virtudes difíciles de encontrar en un mismo jugador), con mucho gol también, y, fundamentalmente, con una clase y una jerarquía fuera de lo común. Otro jugador que si hoy fuera profesional podría ser tranquilamente nombrado el mejor del mundo.
Ruud Gullit, de él se trata, debutó en 1978, como líbero, en el Haarlem, un club normalmente de mitad de tabla para abajo que incluso ese año descendió a la Segunda División.
La leyenda cuenta que previamente se había probado en el Ajax, pero que le dijeron que lo suyo no era el fútbol. Cosas que pasan en todos lados, y que muchas veces, como en este caso terminan pagándose muy caras con el “descartado” siendo figura en clásicos rivales.
En 1982, luego de clasificar, por única vez en la historia, al Haarlem para una competición continental, pasó a uno de los grandes de su país, el Feyenoord. En la temporada 1983/84 comenzó a reembolsarle con intereses al club de Rotterdam las 300.000 libras que se habían pagado por su pase, ganando la liga (después de 10 temporadas) y la Copa.
En el ´85 pasó a otro grande, el PSV Eindhoven. Para esa altura, ya era un permanente citado a la selección holandesa que pasaba sus peores años que incluyeron la no clasificación a los mundiales del ´82 y del ´86.
En el equipo de la Philips ganó las únicas dos ligas que disputó, 1985/86 y 1986/87, hecho que sin dudas configuró el empujón que hacía falta para llegar a un fútbol más importante. En ese 1987 Silvio Berlusconi comenzó a formar el que a mi entender fue el mejor equipo de la década. Con la dirección de un ignoto Arrigo Sacchi, y una estructura basada en los 3 holandeses (Gullit, Marco Van Basten y Frank Rikjaard) y unos cuantos italianos llenos de clase (Franco Baresi y Paolo Maldini a la cabeza), el rossonero consiguió el scudetto después de 9 años, ya que el anterior campeonato ganado había sido en la temporada 78/79, previo al totonero.
Pero además ese equipo representó una verdadera revolución en el Calcio. En el fútbol del catenaccio, el Milan de los holandeses era un verdadero espectáculo, aunque a fuerza de ser sinceros el Napoli del "que la chupen" Maradona también brindaba buen fútbol, pero dependía más de sus individualidades que del equipo.
En 1989 Ruud consiguió su tetra particular, al ganar por cuarto año consecutivo un título, esta vez la Copa de Campeones de Europa, goleando en la final 4-0 al Steaua Bucarest (que parece que no era tan equipito y metió 2 finales de la actual UCL en 4 años), con dos goles de Gullit y dos de Van Basten.
Fue la mejor época de Gullit, en 1988 fue figura excluyente de la Holanda campeona de Europa, (incluso para algunos aún por sobre Van Basten). En la final contra la Unión Soviética anotó el gol que abrió el camino del triunfo para el equipo dirigido por el gran Rinus Michels.
Con Michel Platini retirado y Karl Heinz Rummenige y Zico en baja, era lógico que se lo comenzara a mencionar como el máximo aspirante a conseguir el trono de Diego Maradona.
En el 89 tuvo una grave lesión en los ligamentos de la rodilla derecha que prácticamente le hizo perder toda la temporada. No obstante, llegó a Italia ´90 considerado como una de las grandes estrellas del Mundial.
Al igual que el resto de su equipo, la actuación fue decepcionante, 3 empates y una derrota fueron el saldo total de su carrera mundialista. Las lesiones empezaron a complicarlo cada vez más, y si bien fue parte importante de los scudettos de las temporadas 91/92 y 92/93, su rol había pasado de gran estrella a acompañante de lujo.
En el 93 pasó a la Sampdoria (subcampeón europeo un año antes) donde ganó la Copa de Italia. Volvió al Milan, pero sólo jugó 8 partidos, retornando a la Samp en noviembre del ´94. En el medio, había renunciado a jugar el Mundial de Estados Unidos.
Finalmente, en el 95 pasó al Chelsea, donde volvió a jugar como líbero algunos partidos, y donde fue técnico y jugador al mismo tiempo. En 1998 después de marcar 175 goles en 465 partidos (más 17 en 66 encuentros jugados con la selección holandesa) se retiró del fútbol profesional.
Ruud Gullit fue un verdadero crack. Un volante ofensivo con una juego inteligentísimo, con mucha potencia (virtudes difíciles de encontrar en un mismo jugador), con mucho gol también, y, fundamentalmente, con una clase y una jerarquía fuera de lo común. Otro jugador que si hoy fuera profesional podría ser tranquilamente nombrado el mejor del mundo.
AAA COMO ÑOOO KE SEÑOR JUGADOR ME KEDE CON LAS GANAS DE VERLO EN USA 94 TODA ESA CAMADA DE HOLANDESES KEDO A DEVER EN MUNDIALES LOS DESPACHARON BIEN FACIL Y NI LAS M ANOS METIERON , BUENO EN EL UNICO Q JUGARON, ITALIA 90
ResponderEliminarHola Estimado amigo te felicito por este sitio dedicado al jugador holandes Ruud Gullit soy admiradora de el igual que del rey pele para mi han sido los mejores jugadores de todos los tiempos Dios te bendiga.....visita mi sitio http://resplandoruniversal.blogspot.com
ResponderEliminarUn grande este Gullit.. que jugador era un enganche robusto, habilidoso y con goles que mas pedir no?
ResponderEliminarOtro como el dificil que haya.
Saludos desde Argentina